Mariano Melgar

El poeta romántico y patriota peruano que dedicó gran parte de su producción literaria a los indígenas de su terruño, al amor, y a la causa revolucionaria independentista, Mariano Lorenzo Melgar Valdivieso, nació el 10 de agosto de 1790, en Arequipa (Perú).

Fueron sus padres Doña Rosa Valdivieso Gallegos y Don Juan de Dios Melgar Sanabria, quienes conformaron una familia tradicional, católica y adinerada. Fue un niño sumamente precoz. Dominó la lecto-escritura a la edad de tres años y para los 10, hablaba y escribía correctamente el latín, el inglés y el francés; y leía a Cicerón y a Virgilio.

Estudió en el Convento de San Francisco y litigó por la obtención de una capellanía en el valle de Majes, influido por su padre. La Biblioteca del Seminario Conciliar de San Jerónimo, donde ingresó en 1807, y obtuvo órdenes menores, a los 20 años, le sirvió para conocer las nuevas ideas revolucionarias. Enseñó Latinidad y Retórica, Filosofía, Física y Matemática.
A los 20 años abandonó los hábitos al enamorarse de Manuelita Paredes, “Melissa”, cuyo padre se desempeñaba en Arequipa como Tesorero Fiscal, a quien le dedicó “Soneto a la Mujer”, y se dedicó a escribir. También sintió vocación por la pintura y la música.

Su segundo amor fue María Santos Corrales, “Silvia”, siete años menor que él, siendo además su prima segunda; mencionada en sus yaravíes, forma poética lírica y nostálgica; en sus elegías, y a quien le dedico “Carta a Silvia”, amor que se confunde con el amor a su patria, y que se tornó imposible por la oposición familiar.
Estudió Derecho en Lima y regresó a Arequipa, pero al no poder reanudar su relación sentimental con Silvia, se instaló en el valle de Majes.

En 1813 se publicó la fábula “El ruiseñor y el calesero” en el periódico “El Investigador” en Lima, donde acusó a los gobernantes de imponer al pueblo una cultura extraña.

A fines de 1814 se unió a la causa revolucionaria por la independencia de su país. En la lucha patriótica fue fusilado, tras ser tomado prisionero, el 12 de marzo de 1815, en Umachiri. Tenía tan solo 24 años. Su padre no pudo resistir la noticia, y murió.

En 1827, póstumamente se publicaron muchas otras de sus fábulas en el periódico “El Republicano”: “El murciélago”, “Los gatos”, “El cantero y el asno”, “Las abejas” y “El asno carnudo”. En 1830 y 1831 aparecieron publicadas, respectivamente, “Las cotorras y el zorro” y “Las aves domésticas”. En 1891, se publicaron las fábulas “El sol” y nuevamente “El ruiseñor y el calesero” en el periódico “La Bolsa” de Arequipa. Una fábula no publicada, está guardada en la Biblioteca de Lilly de la Universidad de Indiana. Su nombre es “La ballena y el lobo”. Fue reconocido como patriota peruano, oficialmente, el 2 de julio de 1964.

César Vallejo

César Abraham Vallejo Mendoza, el máximo representante de la poesía contemporánea peruana, nació el 16 de marzo de 1892, en Santiago de Chuco, siendo de raza mestiza, reflejada en su aspecto y en su alma. Fue el más pequeño de once hermanos, cuyo mandato familiar era el sacerdocio, que si bien no fue por él definitivamente abrazado, tiñó su poesía de religiosidad, añadida a su crítica por reivindicaciones sociales, enviando desde su obra un mensaje de deseo de paz y fraternidad universal.

Se inscribió en la Facultad de Letras de la Universidad Nacional de Trujillo en 1910 pero razones económicas le obligaron a retornar a su pueblo donde ayudando a su padre vivenció la realidad social de los mineros de Quiruvilca. Intentó nuevamente ingresar a los claustros universitarios matriculándose en la Facultad de Medicina de San Fernando en 1911, pero tampoco pudo estudiar en esa ocasión. Vuelto a su Trujillo, continuó siendo espectador del maltrato aborigen, desempeñándose en la azucarera “Roma” como ayudante de cajero.

Integró la “bohemia trujillana” nacida en 1915, con ideas de cambio artístico y social, que se convirtió en Grupo Norte en 1923, el que compartió con otros intelectuales como Víctor Raúl Haya de la Torre, Antenor Orrego, Alcides Spelucín, Macedonio de la Torre, José Eulogio Garrido, Juan Espejo Asturrizaga y Francisco Xandóval. En 1915 consiguió graduarse de Bachiller en Letras.

En 1918, publicó en Lima “Los heraldos negros”, conjunto de poemas de influencia modernista, inspirados en su amor por María Rosa Sandoval. Su madre falleció en 1918; en 1920 regresó a su pueblo, y un año después estuvo preso casi cuatro meses en Trujillo acusado falsamente de incendiario y ladrón.

Con un estilo personal e influido por el vanguardismo, surgió “Trilce, en 1922 inspirado en sus amores con Otilia Villanueva. Ese año ganó un concurso literario con “Más allá de la vida y la muerte” un relato que integraría “Escalas melografiadas”, también de estilo vanguardista que apareció un año después, editado con el dinero del premio, reuniendo relatos como el premiado, y algunas estampas.

En 1923 se radicó en el continente europeo, especialmente en París, en forma definitiva, teniendo como profesión el periodismo, la docencia y realizando traducciones, definiendo una clara ideología marxista.

En 1926 se marchó a París donde concretó a fundación de la revista “Favorables París Poema”. Ese año conoció a la mujer con quien se casó en 1934 y que lo acompañaría para el resto de sus días, Georgette Marie Philippart Travers.

En 1931, publicó en Madrid “El tungsteno” novela que trata de la problemática social, ubicándose cronológicamente en el año 1910, tratando de la explotación de la población aborigen de Perú por parte de una compañía minera estadounidense. Ese mismo año se conoció un libro de reportajes y crónicas sobre el socialismo ruso, recogido en sus recientes viajes a ese lugar: “Rusia en 1931”. Participó activamente en la Guerra Civil española del lado republicano,

Escribió también “Paco Yunque” en 1931, un cuento para niños donde contó la triste historia de un niño campesino, maltratado en una escuela de pueblo a la que asistía para acompañar al hijo del rico patrón de su mamá, un niño egoísta y malvado, pero protegido por el sistema escolar por la influencia de su poderoso padre. Este cuento fue publicado póstumamente, pues el editor que se lo encargó lo encontró demasiado triste. Este cuento, y los poemas escritos en este período que fueron reunidos en dos poemarios, fueron publicados póstumamente. Los poemas aparecieron en 1939 bajo los siguientes títulos: “Poemas humanos” y “España, aparta de mí este cáliz”.

Falleció en París el 15 de abril de 1938.

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