Adela Zamudio

La melancólica y valiente poeta y novelista romántica, Juana Plácida Adela Rafaela Zamudio, nació el 11 de octubre de 1854 en la ciudad de Cochabamba, considerada capital de los templados valles bolivianos, y fue allí donde se despertó su vocación de lucha a través de sus escritos, en contra de las guerras y en defensa de los postergados derechos femeninos, y de las clases bajas, en una sociedad retrógrada y conservadora.

Recibió formación cristiana católica en la escuela de San Alberto hasta tercer grado, aunque como autodidacta enriqueció su cultura con una fecunda lectura, amando las letras, las cuales hizo suyas en poemas, novelas y obras teatrales, sintiendo además gran afición por la pintura.

En 1887, publicó su primera obra “Ensayos poéticos”. La “Soledad”, seudónimo con el que firmó sus primeros poemas, y otras obras, fue su inseparable compañía en el paso por este mundo que recién llegó a comprenderla, en los albores del nuevo siglo. “Nacer hombre” es un poema que revela sus sentimientos críticos hacia la mirada que se tenía sobre la posición de la mujer en la sociedad de entonces.

El fin de siglo permitió que asumiera el gobierno de Bolivia el Partido Liberal, que se inició con la presidencia de Juan Manuel Pando (1900-1904). En 1903 publicó el poema ¿Quo vadis? tomado partido por un vendedor de Biblias protestante, perseguido por el clero. Es en esta época cuando Adela pudo ejercer la docencia en la escuela de San Alberto, fundando también en su ciudad natal y ejerciendo como directora, la Escuela Fiscal de Señoritas, entre 1905 y 1920. Fundó dos escuelas en el año 1911, una de pintura para señoritas y otra para niños de los suburbios. En 1914 publicó en París, “Ráfagas”.

El presidente boliviano, Hernando Siles, el 28 de mayo de 1925 la coronó como gran poetisa de Bolivia y toda América.
Publicó en el año 1943 “Peregrinando”, “Cuentos breves” y “Novelas cortas”.

Al morir, el 2 de junio de 1928, solo abandonó “el terrenal ropaje” y tal como reza su epitafio, está simplemente “ausente pero no perdida”. El día de su nacimiento, 11 de octubre fue instituido en Bolivia como Día de la Mujer, por otra gran luchadora feminista Lidia Gueiler Tejada, que fue presidenta interina de Bolivia entre 1979 y 1980.

En el año 2009, su novela realista y epistolar “Íntimas”, publicada en 1913, resultó una de las quince novelas fundamentales de Bolivia, seleccionada por un equipo designado por el Ministerio de Cultura.

Antonio José de Sainz

El poeta Antonio José de Sainz, nació en Uyuni (Potosí) el 4 de abril de 1893, aunque su infancia y su juventud se vincularon fundamentalmente a la ciudad de Oruro. Su preparación pedagógica básica la realizó el colegio particular Reekie de Oruro en 1966. En el colegio San Calixto de La Paz, cursó los estudios secundarios. En la Universidad técnica de San Agustín, de nuevo en Oruro, estudió Derecho.

En La paz fundó con unos amigos una página periodística llamada “Luces del Alba” donde en forma reflexiva vertió en versos y prosas opiniones sobre temas políticos, religiosos y sociales, enrolado en la denominada generación del 25 de pensamiento nacional, patriótico y antiimperialista. En Oruro dirigió varios números de la revista crítica “Argos”, fundada en 1923. Sus poemas aparecieron publicados en “La Industria” y “La Mañana” revistas de Sucre en 1918 y en 1927 escribió en la página literaria “La Patria”.

En el año 1913 se publicó un libro de poemas “Ritmos de lucha” en Bélgica, que fue su segunda obra luego de “Cantos del sendero”. En Bélgica participó de muchas actividades culturales, y comenzó a sentir el reconocimiento de la crítica literaria. Regresó a Bolivia en 1914 con el estallido de la Primera Guerra Mundial, ejerciendo la docencia y desempeñando el cargo de Rector de la Universidad de San Agustín. Fue además Director del museo Tihuanacu. Fue premiado por sus obras pero no concurrió a recibir los galardones, en muestras de su sencillez.

Entre sus libros en verso pueden citarse “Camino sin retorno”, cuya publicación data de 1937 y que fue reconocido con el premio municipal; “Cantos de sendero”; “Solar de Indias”, “Ritmos de lucha”, “Grandes voces”, “Tiempo”, “Collar de ópalos”, y Horas dolientes”.

Como poemas, “La duda”, “Alma lírica” “Invocación” “Canción callejera” y “Calama”

En prosa destacamos “Sombras”, “Una conquista” “Desde mi ventana” y “La piedad del lobo”.

Falleció en Lima (Perú) el 17 de octubre de 1959. El 6 de febrero de 1960 un colegio recién fundado en Oruro lo perpetuó en su nombre.

Armando Chirveches

En el año 1881 nació en La Paz (Bolivia) el novelista Armando Chirveches, que plasmó en su obra, con influencia especialmente del novelista valenciano Vicente Blasco Ibáñez las costumbres de su país, sus controversias y luchas, sus vicios políticos, sus creencias e ideología, de modo realista y crítico. También fueron inspiradores de sus obras, Armando Palacio Valdés y José María de Pereda.

Si bien incursionó en la poesía con estilo modernista, publicando en 1901 “Lilí”, en 1904 “Noche estival”, en 1909 “Cantos de primavera” y tres años después “Añoranzas” su renombre lo adquirió con su prosa, destacándose sus novelas: “Celeste” de 1905, “La candidatura de Rojas” novela costumbrista de 1908, donde relata una historia de amor desarrollada en el enrarecido clima político de principios del siglo XX, “Casa solariega” novela social escrita en 1916, donde describió las luchas entre los liberales y los clérigos conservadores, “La Virgen del lago” de 1920, en la que incorporó algunas situaciones fantasiosas; publicando en 1926 “A la vera del mar” Y “Flor del trópico”.

Además de sus grandes dotes como escritor, cultivó otros géneros culturales y tuvo militancia política. Obtuvo el título de abogado, en la Universidad de San Francisco Xavier de Sucre. Perteneciente al partido político liberal desde 1908, viajó en misiones diplomáticas por América y Europa.

El 29 de octubre de 1926, con 45 años, preso de una angustiosa soledad, se suicidó en París, donde pasó varios años de su vida, al llegar al poder el partido republicano en su país en el año 1920, situación que lo condenó al exilio.

Benjamín Blanco

Benjamín Pío Blanco Unzueta nació en Cochabamba, ciudad ubicada en el centro de Bolivia en el año 1832, integrando una familia de gran raigambre en la región, siendo descendiente de militares y funcionarios de la antigua administración española en América, y de combatientes que formaron parte del ejército realista, en contra de los ideales independentistas.

Fue abogado. Escribió “Poesías” en 1890. Fue Correspondiente de la Real Academia Española en 1892. Cancelario (Rector) de la Universidad de de San Simón en 1896. Colaboró en diarios y revistas, destacándose por su obra poética, de temática festiva, religiosa y patriótica; sobre todo por la letra del Himno a Cochabamba, que en realidad se trató de la Canción Patriótica a la Guardia Nacional, compuesta en 1903, cando se desempeñaba como presidente del Consejo Municipal, cargo que ostentaba desde 1902. La música que acompañó su letra la compuso Teófilo Vargas.

Esta canción fue adoptada al no ser sustanciado el concurso organizado para elegir un himno con motivo del centenario de la ciudad, e impuesta como Himno por la tradición cultural. La familia del poeta solicitó a través de su bisnieto, Luis del Castillo Blanco la institucionalización del himno como tal, en el 2006. En el año 2008 por ordenanza municipal se lo proclamó como el Himno Oficial de Cochabamba, el que por ley en el año 2010 tiene también su día propio: el 1 de septiembre.

Benjamín Blanco falleció en su Cochabamba natal, en el año 1902.

Agustín Aspiazu

Agustín Aspiazu, nació el 5 de mayo de 1826 en Irupana, provincia de los Yungas al noreste de la ciudad de La Paz, entre los verdes y las cascadas, el 5 de mayo de 1826.

Fue abogado, graduándose en la Universidad Mayor de San Andrés, en La Paz, en 1853, llegando a ocupar el cargo de Rector en esa alta casa de estudios, habiendo sido uno de los que propiciaron la creación del Centro de Estudios Jurídicos, que más tarde se transformó en Colegio de Abogados. Sin embargo sus conocimientos no se limitaron al campo jurídico sino que incursionó en temas de astronomía, física, medicina y geografía publicando libros sobre esos contenidos.

Entre los tratados científicos de su autoría cabe nombrar: En 1852 publicó “Curso de física” y diez años más tarde “Curso de medicina legal”. En 1868, “Teoría de los terremotos” y dos años después “Curso elemental de historia antigua”. En 1871 se conoció “El día magno de La Paz”, en 1885 apareció “Diccionario razonado del derecho civil boliviano”; mientras que “Conferencias y escritos científicos” corresponde a 1897.

En sus poemas dedicó rimas sencillas y sentidas a su patria, a la libertad y a su gente. Entre ellas podemos mencionar “Un día grande” en honor a la independencia americana. “Elegía a mi ciudad” donde exalta el paisaje cordillerano nevado, las yungas, las rocas, las aguas en coloridas metáforas, data de 1897; “Páginas escogidas” de 1956.

Integró la logia masónica “Obreros del Porvenir” fundada en 1884 junto a José Manuel Pando y Pedro Kramer.

Falleció en La Paz (Bolivia) el 18 de marzo de 1897.

Abel Alarcón

El novelista histórico Abel Alarcón nació en 1881 en La Paz (Bolivia). Estudió Derecho en la Universidad de La Paz, graduándose en 1903, ocupando en esa Casa de Estudios, a posteriori, el cargo de Secretario; siendo profesor de Castellano y Literatura en Bolivia y Chile. En la Universidad de California se hizo cargo de la cátedra de Literatura Española.
Ocupó en su país la banca de Senador, y fue Director de la Biblioteca y el Archivo Nacional. La Academia Boliviana de Lengua lo tuvo como Secretario.

Además de novelista fue poeta de rimas dulces y simples, traductor, periodista y ensayista. Entre sus obras se destacan “Pupilas y cabelleras” publicada en 1904; “De mi tierra y de mi alma” de 1906, y “El imperio del Sol…” de 1910. “En la Corte de Yahuar Huácac” apareció en 1915 siendo una gran novela histórica; en 1926 se publicó “California la bella”, novela donde relató la condición de los trabajadores mineros bolivianos, y diez más tarde publicó una obra poética: “Relicario”.

En 1935 se conoció una historia novelada que llamó “Érase una vez” donde recreó el Potosí de los siglos XVI y XVII, reviviendo con cierto humor, no solo su historia sino también su lengua, evocando algunas frases hechas; y en 1936, “Cuentos del viejo Alto Perú”. En 1948 publicó “A los genios del siglo de Oro”. En su novela “El Precursor” expuso la vida de José Alonso de Ibáñez, caudillo enrolado en el bando de las vicuñas en el enfrentamiento con los vascos, dueños de todas las riquezas del Alto Perú. Falleció en 1954.