El poeta romántico y patriota peruano que dedicó gran parte de su producción literaria a los indígenas de su terruño, al amor, y a la causa revolucionaria independentista, Mariano Lorenzo Melgar Valdivieso, nació el 10 de agosto de 1790, en Arequipa (Perú).
Fue a una edad temprana que Melgar asistió al prestigioso Colegio de la Independencia Americana. Allí, entre 1802 y 1805, desarrolló su fervor por las letras y su visión patriótica, recibiendo la influencia de las ideas liberales europeas que moldearon su pensamiento y obra literaria.
Fueron sus padres Doña Rosa Valdivieso Gallegos y Don Juan de Dios Melgar Sanabria, quienes conformaron una familia tradicional, católica y adinerada. Fue un niño sumamente precoz. Dominó la lecto-escritura a la edad de tres años y para los 10, hablaba y escribía correctamente el latín, el inglés y el francés; y leía a Cicerón y a Virgilio.
Estudió en el Convento de San Francisco y litigó por la obtención de una capellanía en el valle de Majes, influido por su padre. La Biblioteca del Seminario Conciliar de San Jerónimo, donde ingresó en 1807, y obtuvo órdenes menores, a los 20 años, le sirvió para conocer las nuevas ideas revolucionarias. Enseñó Latinidad y Retórica, Filosofía, Física y Matemática.
A los 20 años abandonó los hábitos al enamorarse de Manuelita Paredes, “Melissa”, cuyo padre se desempeñaba en Arequipa como Tesorero Fiscal, a quien le dedicó “Soneto a la Mujer”, y se dedicó a escribir. También sintió vocación por la pintura y la música.
Su segundo amor fue María Santos Corrales, “Silvia”, siete años menor que él, siendo además su prima segunda; mencionada en sus yaravíes, forma poética lírica y nostálgica; en sus elegías, y a quien le dedico “Carta a Silvia”, amor que se confunde con el amor a su patria, y que se tornó imposible por la oposición familiar.
Estudió Derecho en Lima y regresó a Arequipa, pero al no poder reanudar su relación sentimental con Silvia, se instaló en el valle de Majes.
En 1813 se publicó la fábula “El ruiseñor y el calesero” en el periódico “El Investigador” en Lima, donde acusó a los gobernantes de imponer al pueblo una cultura extraña.
A fines de 1814 se unió a la causa revolucionaria por la independencia de su país. En la lucha patriótica fue fusilado, tras ser tomado prisionero, el 12 de marzo de 1815, en Umachiri. Tenía tan solo 24 años. Su padre no pudo resistir la noticia, y murió.
En 1827, póstumamente se publicaron muchas otras de sus fábulas en el periódico “El Republicano”: “El murciélago”, “Los gatos”, “El cantero y el asno”, “Las abejas” y “El asno carnudo”. En 1830 y 1831 aparecieron publicadas, respectivamente, “Las cotorras y el zorro” y “Las aves domésticas”. En 1891, se publicaron las fábulas “El sol” y nuevamente “El ruiseñor y el calesero” en el periódico “La Bolsa” de Arequipa. Una fábula no publicada, está guardada en la Biblioteca de Lilly de la Universidad de Indiana. Su nombre es “La ballena y el lobo”. Fue reconocido como patriota peruano, oficialmente, el 2 de julio de 1964.
La obra de Melgar, influenciada por el romanticismo europeo, destaca por su capacidad para combinar el lenguaje vernáculo con estilos clásicos. Su poesía no solo expresa sentimientos personales, sino también un profundo amor por su patria. Su habilidad para transmitir emociones a través de la lírica le confirió un lugar especial en el movimiento literario de su tiempo.
En 1827, póstumamente se publicaron muchas otras de sus fábulas en el periódico “El Republicano”: “El murciélago”, “Los gatos”, “El cantero y el asno”, “Las abejas” y “El asno carnudo”. En 1830 y 1831 aparecieron publicadas, respectivamente, “Las cotorras y el zorro” y “Las aves domésticas”. En 1891, se publicaron las fábulas “El sol” y nuevamente “El ruiseñor y el calesero” en el periódico “La Bolsa” de Arequipa. Una fábula no publicada, está guardada en la Biblioteca de Lilly de la Universidad de Indiana. Su nombre es “La ballena y el lobo”. Fue reconocido como patriota peruano, oficialmente, el 2 de julio de 1964.